Mexicana de Aviación, la aerolínea operada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), cerró el periodo de enero a septiembre de 2025 con pérdidas por 707 millones de pesos, evidenciando una fuerte dependencia del financiamiento estatal para sostener sus operaciones.
Durante los primeros nueve meses del año, la empresa generó únicamente 297 millones de pesos en venta de boletos, cifra muy por debajo de sus gastos operativos, que superan los mil millones de pesos. Este desequilibrio financiero se traduce en una pérdida diaria aproximada de 2.6 millones de pesos, a pesar de la expansión de rutas y el crecimiento de su flota.
El soporte económico proviene del Fideicomiso de Administración y Pago 108697, administrado por Sedena, a través del cual se han destinado 2 mil 739 millones de pesos para la compra de aeronaves Embraer.
Debido al esquema utilizado, estos recursos no se reportan como subsidios, lo que ha generado cuestionamientos sobre transparencia en el manejo de fondos públicos, especialmente considerando los más de 21 mil millones de pesos comprometidos para la adquisición de aviones.
En septiembre, la aerolínea incorporó dos aviones de menor capacidad para incrementar frecuencias y prepara el retiro de los tres equipos iniciales proporcionados por el Ejército. Sin embargo, este aumento en la oferta no ha mejorado el factor de ocupación, reflejando una demanda todavía limitada y desafíos para competir con operadores privados.
Mexicana aspira a alcanzar al menos el 3% del mercado doméstico, pero especialistas advierten que la rentabilidad podría tardar hasta finales de la década, siempre y cuando logre mejorar sus eficiencias operativas y consolidar una estructura financiera sostenible.


































