López Obrador, jefe del Estado mexicano, se negó a reconocer la derrota del señor Trun, al tiempo que el aún presidente estadunidense desconocía los resultados
Alejandro Sanchez / Contra las cuerdas / Opinión El Heraldo de México
El triunfo adelantado festejado por los medios estadounidenses sobre el demócrata Biden, con base en las tendencias electorales, cayó como una losa sobre las espaldas del gobierno de la 4T.
López Obrador, jefe del Estado mexicano, se negó a reconocer la derrota del señor Trun, al tiempo que el aún presidente estadunidense desconocía los resultados y anunciaba la impugnación de los mismos ante instancias electorales.
El silencio de los funcionarios de la Cancillería que también se negaron a dar una postura, apenas fue la cara visible del shock que, se sabe, generaron los festejos anticipados.
El mensaje de Biden marcó el giro de la política binacional. Sería una nueva realidad a partir del 20 de enero, Inauguration Day. Tal rumbo parece poner en la tablita uno de los proyectos jurásicos de López Obrador, por llamarle así a la refinería, una de las obras insignias que costará 8 mil 900 millones de dólares, más de 900 mil de lo proyectado inicialmente.
El virtual ganador de la jornada electoral dijo anoche que va a retomar la agenda del medio ambiente como bandera principal. “La batalla será defender a nuestro planeta”. La cita de Biden hace ver todavía más viejo y sin sentido el plan energético nacional.
Pero es solo un tema de los muchos que vienen a complicarle a Andrés Manuel la instauración de su régimen como lo tenía acordado con el señor Trun. Biden también dijo en una entrevista que cambiaría las políticas de inmigración impuestas por el actual presidente de su país que alcanzaron implicaciones en EU.
Aunque es verdad, que el “triunfo” no es oficial, el mundo se adelantó, sobre todo sus rivales de países con los que el presidente estadunidense peleó y bajó el nivel de sus relaciones: Alemania, Francia, Canadá, Reino Unido, entre otros.
La agrupación de estos países puso en un brete al gobierno de López Obrador, pues de convertirse Biden en el presidente 46 de USA será un nuevo error diplomático, como el de la visita de López Obrador al inquilino de la Casa Blanca en plena campaña sin saludar a Biden.
LA ORFANDAD DE VIDEGARAY
Luis Videgaray debe estar ojeroso y apanicado. Quien fue el alter ego de Peña Nieto quedaría sin protección en Estados Unidos de confirmarse las tendencias electorales. Kushner, su amigo, yerno y asesor del presidente estadounidense Donald Trump, se convertirá en un ciudadano más, sin poder para intervenir por el mexicano en caso de que la Fiscalía General de la República pida su cabeza como se vió recién, a pesar de que López Obrador también ha querido exculparlo de traición a la patria sobre el caso Odebrech.
Uppercut: Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, sacó el espantasuegras y el confenti, para festejar el triunfo de Baiden. La semana pasada hizo enojar a los de Palacio Nacional y desde Gobernación trataron de jalarle las orejas y callarlo, sin éxito, por pedirle a cuatro millones de michoacanos radicados en EU a echar a Trump del poder. El llamado de Silvano no sólo es un triunfo propio sino para la Alianza Federalista también.
Por Alejandro Sánchez
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