EGC sigue de pie: ahora desafía a la calamidad

Por HECTOR FROYLAN CAMPOS

Navojoa, 5 de marzo.-Hace exactamente un año, nadie, o casi nadie, advertía sobre la magnitud de la catástrofe sanitaria que provocaría la propagación y expansión del coronavirus y cuyos efectos —para bien o para mal— han alterado todos los aspectos de la vida cotidiana: desde las relaciones humanas y sociales, hasta la actividad económica, los procesos laborales, educativos, culturales, y no se diga el funcionamiento de los gobiernos y las instituciones políticas.

¿Cuándo se iba a imaginar Ernesto Gándara Camou que su denodado afán por ser gobernador de Sonora —aspiración truncada en dos consecutivos intentos— transitaría por un escenario calamitoso plagado de incertidumbre, miedo, dolor, muerte, tristeza, desempleo, violencia doméstica y pobreza? Fue la poetisa Emily Dickinson quien escribió: “ignoramos nuestra verdadera estatura, hasta que nos ponemos de pie”.

Y así, de pie, con la frente en alto, arropado por la inimaginable trinidad partidaria del PRI, PAN y PRD, el candidato de la alianza “Va por Sonora” exudó un alto nivel de resiliencia al arrancar —con tapabocas y todas las de la ley— su jornada proselitista en pos de la gubernatura del estado.

Al igual que en todo el territorio mexicano donde habrá comicios el próximo 6 de Junio para renovar la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y estarán en juego 15 gubernaturas, 30 legislaturas estatales y autoridades municipales que en total suman 21 mil cargos de elección popular, las campañas político-electorales se desarrollarán bajo nuevos paradigmas que rompen radicalmente con el esquema tradicional de las magnas convocatorias donde la muchedumbre abarrotaba la plaza pública para vitorear a quien más que candidato o candidata parecía una estrella del espectáculo que luego se adueñaba del podio y recetaba un discurso colmado de arengas, promesas y retóricas.

Aquellas imágenes de los multitudinarios y ruidosos eventos partidistas que solo servían para mostrar el “músculo” de los contendientes, por fortuna, habrán de pasar a mejor vida. Y es que, la pandemia obliga a todos los actores políticos y sociales a observar y ejecutar con absoluta responsabilidad protocolos sanitarios que procuren minimizar los riesgos de sucesivas oleadas de contagio por Coviv-19. “Sin duda será una campaña diferente. Vamos a actuar con pleno respeto a las medidas dictadas por las autoridades de Salud. No hay de otra: tenemos que adaptarnos a la nueva realidad, pero eso sí, con mucha, mucha comunicación con la gente”, dijo el “Borrego” Gándara.

Y al amparo de esa novedosa normalidad que impone la presencia global de un microbio capaz de hacer mudar la habitual forma de la comunicación humana hacia las trincheras tecnológicas de la virtualidad digital, también la imperante realidad social y política exige líderes dotados de presupuestos morales e incuestionable bagaje político, capaces de zanjar discrepancias y construir consensos para amalgamar voluntades y visiones distintas en pos de un propósito común que va más allá de sus narices y el interés personal: detener el progresivo retroceso de la vida pública nacional, pero fundamentalmente de la calidad de vida de millones de mexicanos.

Es por esa terca y en ocasiones absurda realidad social que parece tejida desde el embrujo presidencial que tres de las principales fuerzas políticas que no hace muchas lunas protagonizaron una casi centenaria rivalidad ideológica e irreconciliable pugna por el poder en México, que han decido pactar un acuerdo para acompañar a liderazgos sin maca en su desempeño público, político y profesional.

Y en esos trotes anda el “Borrego” Gándara que despertó en busca del voto popular poniendo sobre la mesa un catálogo de ineludibles requisitos —la bautizó como 7 de 7— para quienes aspiren a un cargo público con el objetivo no sólo de despejar dudas en torno a la honorabilidad y honradez, sino también cualquier futuro resquicio de deshonestidad de su paso por la función pública, pero sobre todo para sellar un compromiso inexcusable en favor y protección de la mujer, un sector que hoy por hoy se mira lastimado en su fuero interno por quienes respaldan conductas que atentan contra la dignidad, los derechos y la vida de las mujeres.

Ellas son fuente inagotable de fortaleza espiritual en nuestras familias, ha planteado Gándara Camou durante un encuentro con un grupo de féminas que han documentado cambios en el estreno de la campaña: no hay abrazos, besos, apapachos, ni las estridentes piezas discursivas. Ahora, el proselitismo está marcado por el metro y medio de distancia, las audiencias con cubrebocas, el gel antibacterial, los termómetros digitales, los saludos codo a codo, puño a puño; un fluido y abierto diálogo de ida y de vuelta sin guiones a modo ni preguntas o respuestas preconcebidas.

Cada paso, cada mensaje, cada reunión y cada propuesta del candidato por cuyo torrente sanguíneo corren los genes de la política, es posible verlo, escucharlo y seguirlo en tiempo real desde cualquier celular con señal de Internet. Así lo han decretado los pandémicos tiempos que corren.

Porque desde que Dios amanece y a lo largo de su periplo diario, el “Borrego” desafía al enemigo del aislamiento social e irrumpe en las redes sociales para sacudir las conciencias y tratar de convencer a ese amplio espectro de la sociedad que no milita en ningún partido político. Con alegría y un entusiasmo que le riza más su aborregada cabellera, Gándara Camou abrió hostilidades electorales bajo un atmósfera festiva, cobijado por la sombra de los grandes olivos y apoyado con la presencia de su compañera de vida, Pily Madrid. Y aquí fue donde el aliancista fijó un par de prioridades en las que pondrá todo su empeño si el voto de la gente lo lleva a la titularidad del Ejecutivo en Sonora: superar la crisis la sanitaria y emprender un combate contra el machismo, la violencia y el abuso de las mujeres sonorenses.

Seré inflexible frente a los actos que violenten el respeto y la dignidad de la mujer, sentenció el candidato de la trinidad partidista en cuya alforja y oferta política hay hechos, ejemplos y resultados que lo avalan: en su gestión como alcalde de Hermosillo se creó el Instituto Municipal de la Mujer. Más tarde, junto al chiapaneco con quien coincidió en su gestión como Senador de la República, Roberto Albores Gleason, el delegado del CEN del PRI, Gándara Camou atajó cuestionamientos sobre la construcción de la alianza: no tengo nada de que avergonzarme. Renuncié a cuarenta años de militancia, no a mis simpatías por el PRI. Siempre he sido leal. Me inconformé con algunas decisiones. Tengo mucho que agradecerle y no, no pienso afiliarme a otro partido. No creo que sea la actitud más congruente, dijo.

Recordó también que cuando contendió por la alcaldía capitalina y el escaño senatorial, siempre apareció abajo en las encuestas. Pero estas no deciden las elecciones. La última palabra la tiene el ciudadano, los electores. Refrendó lazos amistosos con su contrincante a la gubernatura por Movimiento Ciudadano, Ricardo Bours Castelo. Le deseo lo mejor por el bien de la democracia.

Y desechó los acuerdos por debajo de la mesa: no es lo mío, precisa. Antes de comparecer con los periodistas y representantes de los medios de comunicación de esta región del sur de Sonora, Ernesto Gándara sostuvo un breve palique con Carlos Quiroz Romo.

El vástago del recordado ex alcalde navojoense Carlos “Pilinque” Quiroz, quiere seguir los pasos de su padre. Más de cinco mil firmas han validado su aspiración para contender por la presidencia municipal de Navojoa como candidato independiente.

Y endosó al “Borrego” su compromiso de hacer campaña y pedir el voto a favor de su candidatura, una importante concesión que el otro se echó a la bolsa con la humildad y sencillez que le caracteriza.

Convencido de haber puesto un ladrillo más en la construcción de ese gran proyecto ciudadano, el abanderado desahogaba una intensa agenda de reuniones, entrevistas y encuentros con la sociedad civil ante quienes esbozó de manera breve, simple y ajeno a la oratoria que aturde, algunos rasgos de su oferta política.

En el primero de los 91 días que durará la campaña donde habrá de recorrer los 184 mil kilómetros cuadrados de la geografía sonorense, Ernesto Gándara se echó a andar por todo el bulevar Centenario de esta ciudad para estrechar saludos con decenas, cientos de familias que a bordo de sus autos protagonizaron una imponente caravana vehicular.

Y ahora no fue el pelo, sino el pellejo lo que enchinó a ese hombre de casi dos metros de estatura quien se encorva y destila empatía cuando escucha la porra de la familia Buelna Monreal en voz de los pequeños Rafael y Paulina: “¡Borrego/ Borrego/ eres el mejor/ Borrego/ Borrego/ serás gobernador!”.

Y eso mismo asegura con los ojos cerrados un veterano líder de los indígenas mayos, Rafael Valenzuela Osuna, quien está vivo de milagro pues carga a cuestas una cirrosis hepática, un tumor en el cerebro, una diabetes crónica y acaba de una salir de una cirugía de varices esofágicas.

Quien preside el Consejo Indígena Mayo desde hace 25 años, confiesa que le pidió fuerzas y vida al Santocristo para caminar con el “Borrego” Gándara y atestiguar su llegada la gubernatura del estado.

Ante un grupo de representantes de la etnia Yoreme, Valenzuela Osuna lo dijo sin ambages y con el más rústico de los lenguajes: “¡este bato sí es a toda a madre!; porque tenemos un candidato chingón. Con éste no vamos a batallar porque este sí es cien por ciento sonorense, así que aquí no queremos sonoguachos”, dijo.