El factor Abel

Por: Jesus Villegas Gastelum

Abel Murrieta Gutiérrez se convirtió en el aspirante o candidato número 33 en ser asesinado durante el actual proceso electoral de acuerdo a información dada a conocer por Joaquin López Dóriga, información que hace minutos fue cuestionada por el Presidente López Obrador al señalar tener “otros datos” al respecto.

Pero para los sonorenses y en especial para los cajemenses Abel no es una fría estadística más, era “el chachalaco” para sus carrilludos amigos de la infancia, el hijo que visitaba a su recién fallecida madre en la calle Tabasco, el cálido padre, el anfitrión de “Abelandia”, el ex Procurador de priistas y panistas, el ex legislador, el agudo crítico al desempeño de las autoridades de seguridad pública de todos los niveles de gobierno, el que criticaba la descontrolada inseguridad que sufre Cajeme y el resto de Sonora.

Para los cajemenses como Abel resulta indignante que la otrora tranquila y bella Ciudad Obregón es hoy en día la “4ta Ciudad Más Violenta del Mundo” de acuerdo al ranking del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C.

Abel, que conocía como pocos los entramados de intereses que rodean al complejo problema de la delincuencia e inseguridad, no solo criticaba con dureza al gobierno federal sino también al actual gobierno estatal, ya que claramente existe una total corresponsabilidad federación-estado, sin dejar de lado al municipio.

En el ocaso del gobierno estatal, un sello del cierre de la administración de Claudia Pavlovich ha sido el incremento y desbordamiento de la violencia en los 72 municipios del estado.

Cajeme hoy se lleva por enésima ocasión las primeras planas nacionales e internacionales, pero ayer lo fue Guaymas, antier Empalme, antiayer Caborca, el día anterior Magdalena (la propia tierra de la gobernadora), el día anterior Nogales, Agua Prieta, Sáric, Puerto Peñasco, Navojoa, Alamos, Pitiquito, etc, etc, etc.

Al evidente fracaso de la estrategia del gobierno federal contra la delincuencia el gobierno estatal le ha puesto la cereza del pastel haciendo patente su incapacidad para garantizar la seguridad de los sonorenses.

Imagino cómo les revolverá el estómago a los deudos de Abel y de los miles de sonorenses víctimas de la delincuencia el escuchar una y otra vez las huecas frases de la Gobernadora, su Procuradora o su Secretario de Seguridad: “….vamos a reforzar la coordinación…”, “…vamos a reforzar las acciones…”, “…vamos a exhortar a la Mesa de Seguridad a que …. x,y,z”. Bla, bla, bla.

Hay que decir las cosas como son, basta de simulación, los sonorenses no nos sentimos suficientemente protegidos por nuestras autoridades, la investigación de delitos no existe salvo casos de alto impacto como este, ni existe una verdadera política de prevención del delito.

Todo mundo sabe en las colonias quienes son los delincuentes, donde viven, donde comen, donde duermen, ¿todos lo saben menos las autoridades?, ¿En serio? Claramente de nada sirven miles de millones pesos gastados en cámaras y carísimos C5 si no existe un verdadero trabajo de inteligencia en materia de seguridad pública, así como un eficiente sistema de impartición de justicia.

Acaso en Tucson o Phoenix tienen también edificios gigantescos que nos cuestan cientos de millones al año como los de aquí? ¿Es un tema de gastar dinero como si fuéramos Dubai o es un tema de voluntad y capacidad?

Sin duda estamos ante lo que podría ser un parteaguas no solo para Cajeme sino para el resto de municipios y el estado, ya que sin duda el “Factor Abel” jugará un papel trascendental en el tramo final de la contienda electoral que definirá al próximo gobernador de Sonora.

Ricardo Bours y Ernesto Gándara pierden a un amigo cercano, pero sin duda el “Factor Abel” no solo podría tener un impacto en ellos sino también en Alfonso Durazo.

Sin duda los 3 candidatos estarán bajo la presión de sus partidos, “estrategas” y miembros de su círculo cercano para endurecer su discurso contra los distintos niveles de gobierno y entre ellos mismos, algo que a todos luces no abonaría nada positivo al ya de por si enrarecido clima político y social.

A ninguno de los candidatos le conviene que el “Factor Abel” se convierta en objeto de una polarización mayor a la ya existente, ya que las consecuencias podrían ser sumamente negativas para los sonorenses, ante ello la importancia de que los 3 candidatos busquen cuanto antes consensar un mensaje o pacto de unidad ante la tragedia.

¿Quién dará el primer paso en este sentido?

El “Factor Abel” debe canalizarse como un punto de inflexión para generar UNIDAD no una mayor división ente los sonorenses.

“Seremos tan fuertes como unidos estemos, y tan débiles como lo divididos que estemos”. J.K. Rowling.

Corte Z: Mi más sentido pésame a la familia y amigos de Abel Murrieta. DEP.


Fecha de publicación: 14/05/21 – Columna Corte de Caja de Jesus Villegas Gastelum – www.cortedecaja.com

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