Luis Enrique Ortiz
Hermosillo, Sonora a 26 de abril de 2022.- Entre el 13 y el 15 de mayo estará en Sonora el presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Aun no se tiene una agenda más o menos delineada o completa del periplo, pero se sabe que éste tendrá un alto contenido indigenista, especialmente en lo que concierne a acuerdos echados a andar hace unos meses en favor de mayos, makurawes y seris, por lo menos.
En el caso de los yoreme la etnia originaria más numerosa de Sonora, se prevé que vaya a Etchojoa para supervisar los adelantos de la redacción del Plan de Justicia Mayo, cuyos trabajos formales iniciaron apenas durante la segunda mitad del mes de marzo del presente, pero que según ha trascendido lleva grandes avances.
Delegados especiales de oficinas centrales del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), han conducido el proceso con gran diligencia, dedicación y colmillo. Han podido avanzar pese al grave divisionismo natural y/o provocado que prevalece entre la gente de la ribera del río Mayo.
En el Yo Ania, debería haber sólo 8 gobernadores, pero hay 21; debería haber sólo 8 pueblos, pero hay 9. Pese a ello, las autoridades federales han logrado sentar a la mesa a todos, incluyendo a quienes no fueron elegidos conforme a la tradición, por la sagrada asamblea de cobanaros, los verdaderos representantes populares yoreme. El Plan de Justicia Mayo, va y al parecer va muy bien, ya nos contará AMLO.
En su visita con los guarijíos, tampoco se tiene precisión en la agenda, pero es altamente probable que el presidente pise por primera vez la localidad de San José de Makurawe, un asentamiento de nueva creación que ni siquiera aparece en los mapas.
Se sitúa en las afueras de la localidad de San Bernardo, que a su vez se ubica a unos 70 km al norte de la cabecera municipal de Álamos.
San José de Makurawe ha sido construida desde cero, mediante una alianza del Gobierno de México, la Fundación Banorte y la Fundación Hogares. Es un paraíso casi suizo a orillas del arroyo San Rafael, cuyas aguas van a dar a la cercana presa Bicentenario, mejor conocida como Pilares.
La construcción del generoso y muy caro embalse provocó divisiones en el pueblo guarijío, fomentada por los intereses ligados a los negocios de la misma.
Decenas de familias fueron expulsadas por oponerse al despojo y desequilibrios ambientales provocadas por la presa Pilares.
Como judíos errantes, el gobernador José Romero y su hija Julia, emprendieron la defensa de sus tradiciones, territorio y lugares sagrados, en contra de los grupos financiados por los gobiernos federal y estatal, durante el proceso.
Finalmente, les ha sido compensada en parte la otrora exclusión, mediante la construcción de 53 viviendas de ladrillo de dos recámaras, baño en el interior.
Cuentan con agua potable mediante un pozo que funciona con energía solar y todas las casas están equipadas con foto celdas que brindan iluminación interna.
También cada una tiene un sistema de saneamiento y tratamiento de aguas residuales, que evitan la contaminación del arroyo a cuya vera se cultivan maíz, frijol, calabaza y otras hortalizas orgánicas para auto consumo.
Además tienen hornos ahorradores de leña y estufas que además impiden que las mujeres tengan contacto con el humo de la combustión, el cual en fogones abiertos provoca diversas enfermedades, incluso la muerte. Les falta la luz que les hará llegar la Comisión Federal de Electricidad, pero al parecer ya andan en eso.
Por otro lado, el presidente encontrará otros problemas como son la falta de atención a la salud, empleos permanentes, abasto y comunicación terrestre, por citar algunos, sin olvidar la burocratización en el tema de las becas para niños de distintos niveles educativos.
Seguramente don José Romero sabrá plantear soluciones al respecto, como lo ha hecho en otras ocasiones. Si no, su hija Julia se lo demandará, sin duda.
Ella no sólo es la principal dirigente mujer de pueblo que lleva el nombre en honor a su padre, sino una gran artesana, luchadora social, ambientalista e interesada en la continuidad de su lengua materna.
Y en cuanto a los hermanos comcaac, pues de seguro el presidente estará esta vez en Desemboque, municipio de Pitiquito, aunque suena logísticamente complicado y de última hora se decida, a lo mejor, de nuevo a Punta Chueca, donde mis respetos para el regidor indígena Alberto Mellado, por el trabajo titánico que está haciendo en bien de todo su pueblo, no sólo de la parte que le toca a Hermosillo, sino de la comunidad asentada en la imprecisa desembocadura del arroyo San Ignacio.
Una gira indigenista sin duda.































