Fuente: Nexos
Los abajo firmantes estamos preocupados por el estado actual y futuro de la educación; pensamos que es la fuerza social que puede abrir un horizonte de esperanza para que los mexicanos construyamos unidos, civilizadamente, una sociedad democrática, con Estado de derecho, con justicia social, con paz, y con un medio ambiente protegido.
Queremos manifestar nuestra preocupación por las potenciales consecuencias negativas del proyecto de nuevos planes y programas de estudio (PPE) para educación básica que la SEP dio a conocer recientemente. Los maestros, en su mayoría, ignoran los contenidos e implicaciones de esta nueva reforma, sin embargo, muchos de ellos experimentan un sentimiento de angustia por las nuevas cargas de trabajo que este cambio, inevitablemente, traerá consigo.
La proposición de la SEP no es una reforma curricular convencional (como fueron las de 2011 y 2017), las autoridades proponen un reordenamiento completo de la actividad educativa que se hace sin un diagnóstico claro de los problemas relevantes y sus causas profundas. Se quiere pasar de la educación moderna actual, la cual —dice la SEP— sirve exclusivamente a las élites empresariales y élites políticas dominantes, a una educación que sirva, por el contrario, a los grupos sociales oprimidos y tenga como centro organizador, no al alumno, sino a la “comunidad”.
No hay antecedentes históricos, ni en México ni en el extranjero, de una educación comunitaria como la que se propone. Se asume una idea mítica de la comunidad que responde a una fantasía comunitaria más que a la realidad mexicana. Los documentos de la SEP están redactados en una confusa retórica a veces incomprensible en la cual no se definen con claridad los objetivos que persiguen.
Se deduce, sin embargo, que el proceso educativo —la enseñanza y el aprendizaje—, tendrá como escenario principal, no la escuela, sino la “comunidad” y que el conocimiento científico perderá su posición privilegiada en el currículum, de modo que aprender matemáticas o ciencias tendrá igual valor que aprender las creencias, las tradiciones, los rituales y las fiestas de la comunidad. La educación emergerá, dice la SEP, del encuentro entre una esfera pública (la escuela) y otra privada (la comunidad).
En los nuevos PE se dispone: 1) la escuela se integrará a la comunidad y trabajará con proyectos que vinculen a aquélla con ésta; 2) desaparecerán las asignaturas; 3) el maestro no evaluará a los alumnos con exámenes ni pondrá calificaciones, los alumnos se calificarán a sí mismos; 4) desaparecerán los grados y la escuela se organizará por fases; 5) los maestros no están obligados a seguir estrictamente los planes de estudio oficiales, podrán libremente transformarlos para ajustarlos al contexto; etc.
Quedan sin respuesta muchas preguntas: ¿cómo será la nueva enseñanza? ¿Cómo evitar el exceso de trabajo de los maestros? ¿Se ampliarán los horarios? ¿Se negociará previamente con las autoridades de cada comunidad? ¿Quién lo hará? ¿El director de escuela? ¿Tendrá un papel el municipio? ¿Cómo se dará el aprendizaje de los alumnos? ¿De qué modo se promoverá su desarrollo moral, intelectual y emocional? ¿Cómo se formará al futuro ciudadano? ¿Con qué conocimientos, valores y principios? ¿No habrá evaluación sistemática del desempeño académico y de la educación pública? Y muchas más que quedan en el tintero.
El proyecto de la SEP es audaz, pero se funda en una visión sectaria e ideologizada. Abandona los fines nacionales de la educación y dispersa esa actividad en miles de comunidades cuyos saberes, usos y costumbres impactarán decisivamente en la formación de los alumnos. Será una atomización del sistema educativo. Se renuncia a la búsqueda de la calidad educativa y prácticamente se deja de lado la evaluación, al menos tal y como la conocemos.
Queremos decir, finalmente, que este proyecto no respeta sino atropella principios constitucionales básicos como el laicismo, la rectoría estatal de la educación, el carácter y el criterio nacional de la educación, la unidad de la nación, la disposición de promover el desarrollo continuo del proceso enseñanza y aprendizaje, el fomento del amor a la patria, el criterio que establece que la educación se base en los avances del desarrollo científico y luche contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.
Con los argumentos aquí esgrimidos la SEP estaría obligada, al menos, a dar una respuesta.
Abelardo Gómez Andrade
Adrián Acosta Silva
Adriana Castañeda Barajas
Agustín Eduardo Carrillo Suárez
Alejandra Rojas Péres
Alfonso Bassaneti
Alicia Zúñiga Llamás
Anamari Gomíz
Antonio Azuela de la Cueva
Antonio Franco Gutirérrez
Antonio Gómez Nashiki
Arturo Balderas
Arturo Villa Flores
Asmara González Rojas
Carlos Fabián González
Carlos Flores Vargas
Carlos Iván Moreno
Carlos Mancera Corcuera
Carlos Ornelas
Carlos Tello Díaz
Carlos Tello Macías
Cecilia Soto
Christian Uziel García Reyes
Claudia Ávila González
Claudio Lomnitz
Cristina Guadalupe Palomar Verea
David Pantoja Morán
Diana Rojo Morales
Diego Huizar Ruvalcaba
Diego Valadez Ríos
Dinora Miller
Édgar Ubbelohde Rosaldo
Eduardo Backhoff Escudero
Elsa Cadena
Enrique Cárdenas Sánchez
Enrique Contreras Montiel
Érika Adriana Loyo Beristáin
Eva de Nova
Fabián Herrera León
Fabiola Macías Espinoza
Gabriel Bucio Rayas
Germán Álvarez Mendiola
Germán González Dávila
Gilberto Guevara Niebla
Héctor Aguilar Camín
Héctor Franco
Héctor Jiménez Márquez
Hortensia Santiago
Jacqueline Peschard
Jaime Francisco Javier Ruiz Fernández
Jaime Trejo Monroy
Javier Martín Reyes
Javier Olmedo Badia
Jean Meyer
Jimena de Gortari
Jonathan Ulises Ruelas Morales
Jorge Hernández Contreras
Jorge Javier Romero
José Alfredo Grimaldo
José Arturo Martínez Prado
José de Jesús Cabrera Chavarria
José Enrique Uranga Fernández
José Francisco Barnés de Castro
José Ignacio Echeverría Ortega
José Navarro Cendejas
José Woldenberg Karakovski
Juan Carlos Fernández de Lara y Arroyo
Juan Carlos Susta y Delgado
Juan Eduardo Martínez Leyva
Juan Fidel Zorrilla
Juan Ramón Minjangos Castellanos
Juana Eugenia Silva Guerrero
Juana Teresa Huerta Huerta
Julieta Carrasco García
Laura Koestinger
Leonor Luddlov Wiechers
Lorenzo Alfredo Popoca García
Luis Emilio Giménez Cacho
Ma. del Rosario Sachi Villaseñor Arai
Marco Antonio Savín
Margarita Isabel Islas Villanueva
María Eugenia Loaeza Corichi
María Eugenia Méndez
María Isabel Enciso
María Luisa Arias Moreno
María Marván Laborde
Mariano Sánchez Talanquer
Marisol Luna Rizo
Maritza Alvarado Nando
Octavio Dueñas
Pablo Guevara Cota
Paloma Mora
Pamela Rodíguez Padilla
Patricia Cisneros Hernández
Patricia Ortega Ramírez
Patricio Estévez
Raúl Trejo Delarbre
Rebeca de Gortari Rabiela
Ricardo Becerra
Ricardo Rodolfo Ferández y Romero
Roberto Rodríguez Gómez
Rodolfo Max Leopolde Miller y Mandl
Rolando Cordera Campos
Romualdo López Zárate
Rosa Elena Montes de Oca
Rosa Rojas Paredes
Rosalía Buenrostro Arceo
Rosaura Cadena
Salo Grabinsky y Steider
Sebastián Guevara Cota
Silvia Andree Didou Aupetit
Soledad Loaeza Tovar
Suhey Ayala Ramírez
Teresa Gurza Orvañanos
Tomás Bustamente Álvarez
Verónica Malo
Víctor Lichtinger Waisman
Yolanda Quintero Maciel































