Yoremes, ladrones y cínicos

Manuel Fernando López

Mientras al ciudadano común, al que vive con la angustia diaria de sobrevivir y, llevar el sustento a sus hogares; los organismos operadores del agua potable los atosigan y, amenazan hasta con cortes de servicio por diversos adeudos, a otros vividores los dejan en plena impunidad.
En Cajeme hay un ejemplo en la empresa procesadora de carnes Yoremes, donde su gerente general Juan Antonio Hernández y, obvio con pleno consentimiento de sus patrones arrastra una deuda millonaria con Oomapas y, no solo por consumo de agua sino además por el no pago por derechos de conexión a la red de drenaje y alcantarillado del municipio.
El consumo de agua para el procesamiento de su carne, no es cualquier cosa, como tampoco lo son las millonarias ganancias que obtienen, en franca burla a los cajemenses que cumplen con muchos sacrificios pagar por tales servicios.
Precisamente para fiscalizar a ésta y a otras empresas, fue contratada la empresa Eroagua y ésta detectó que la empresa en mención no ha pagado los derechos que por ley está obligada, para conectarse a la red de alcantarillado y drenaje administrado por el ayuntamiento al través de Oomapas.
Debe más de ¡treinta millones de pesos!, mismos que se niegan a pagar como buenos sinvergüenzas y cínicos –amén de ladrones de agua—recurriendo a solicitar un amparo de la justicia federal contra dicha medida.

Solo que les va a salir más caro el caldo que las albóndigas: el tribunal federal ordenó a la empresa un depósito de 32 millones de pesos como fianza para otorgarles la suspensión provisional y, que pudieran seguir operando en tanto resuelven si conceden o no el amparo definitivo en audiencia constitucional.
Claro, el gerente Juan Antonio Hernández, se molestó –son muy sentidos—no depositó dicho dinero y, con sus abogados se fueron al recurso de queja ante un tribunal superior; es prolongar la agonía porque les van a dar “palo” por bandidos.
Digno de mencionar y destacar en todo esto, la postura del alcalde Javier Lamarque Cano, para meter en cintura a tantos empresarios que desde hace años, llevan “ordeñando” a sus anchas los servicios que tanto cuestan a las administraciones municipales y, sobre todo a los ciudadanos .
No es justo que éstos, sigan cargando sobre sus cansados lomos a esta bola de empresarios irresponsables, cínicos y ladrones.
De seguro el “esculque” de Javier Lamarque va a continuar para seguir exhibiendo a más vividores de esta calaña; de seguro hay más.