Las deudas del presidente

Isabel Dorado Auz

Cuando votamos por Andrés Manuel López Obrador, la mayoría lo hicimos por su discurso en favor del Pueblo. Por lo mismo, es bueno pedir que el discurso coincida plenamente con la realidad, aunque para eso AMLO debiera contar con un equipo de trabajo verdaderamente comprometido con el discurso de la Cuarta transformación.

El presidente utilizó frecuentemente la frase “La mafia del poder” para señalar a quienes, dado su poder económico, corrompían a políticos para lograr condiciones que les permitiera acrecentar sus riquezas a cualquier costo. En los hechos, estas mafias económicas se siguen saliendo con las suyas en tiempos de la 4T. Los Coppel se han robado, con total impunidad, una extensión bastante grande de terrenos en el vaso de la presa Abelardo L. Rodríguez, Samuel Fraijo está construyendo por rumbos del Cerro Johnson, con total impunidad, violando el precepto legal que prohíbe construir sobre terrenos con una pendiente superior al 30%. Dos ejemplos emblemáticos de que los “machuchones” siguen preservando sus privilegios. 

En la “mañanera” de este lunes 25 de julio, el presidente habló de como han surgido “ejidatarios” que son inmensamente ricos, producto del despojo de tierras ejidales durante el periodo neoliberal. El discurso del Peje es correcto, pero poco efectivo, dado que no se ve la fuerza de la 4T para provocar que regresen esas tierras a los dueños originales. El “poder judicial” sigue protegiendo a los potentados y pareciera que el presidente solo administra la inconformidad social.

Algo que podría marcar la diferencia sería atacar el problema educativo, especialmente en las universidades públicas, para regresarle al Pueblo la oportunidad de prepararse académicamente. La educación, diría alguien, es el arma más poderosa que tiene el Pueblo para enfrentar la desigualdad social. Desafortunadamente, las universidades públicas están secuestradas por verdaderas mafias muy comprometidas con la orientación neoliberal. Por tal motivo, permanece el cobro a la educación y los exámenes de admisión, a pesar de que prominentes miembros de la 4T hoy ocupan espacios importantes al frente de varias instituciones públicas. Aarón Grajeda, que “luchó” por esas banderas, hoy es secretario de educación y cultura, Armando Moreno es rector de la UES y hay quien dice que Rita Plancarte, rectora de la Universidad de Sonora, es de izquierda. Luego entonces, ¿Qué esperan?

Mientras el presidente planta millones de árboles en el sureste, donde pareciera que no se necesitan, en Hermosillo seguimos batallando para recuperar uno de los pulmones de la ciudad, La Sauceda. El gobernador hizo un compromiso muy firme el 15 de mayo, cuando nos visitó en ese emblemático lugar, pero hasta ahora no se ha liberado recurso alguno. Afortunadamente, nuestras jornadas de limpieza y reforestación continúan, a pesar del boicoteo permanente desde Bienes y Concesiones.

En fin, hace falta ver que se pongan las pilas los diputados, senadores y regidores para que todo coincida con el discurso del presidente. Recuerdo, por ejemplo, que Célida pretendió arrebatarnos un área verde, el Cárcamo, y que l@s regidores de Morena la apoyaron. Algo parecido ha intentado hacer el Toño Astiazarán en Sacramento y el Blvd. Hidalgo y l@s regidores de la 4T totalmente callad@s.

Supongo que no es fácil para el presidente decir algo desde la “mañanera” y que luego se le apersone una reportera pidiéndole que de respuesta a esa problemática social que Él se comprometió a resolver.

Sería desastroso que ese maravilloso sueño de un verdadero cambio social se fuese al despeñadero para que regresen al poder aquellos que durante más de 30 años se dedicaron a saquear a nuestro país.