El Código / Manuel Fernando López
Desde mis inicios en estos avatares del periodismo, si algún puesto es deseado sobre todos, por la enorme oportunidad de hincar los dientes y clavar sus garras en el patrimonio de los sonorenses es la Dirección de Bienes y Concesiones.
Basta investigar a Mario González, mejor conocido como “Churrusquetas”, quien gracias a su relación con el ahora ex gobernador Guillermo Padrés Elías, llegó a dicho puesto con una mano adelante y otra detrás y, hoy en día posee un rancho con ganado del alto registro.
Obvio que no lo adquirió con su sueldo de funcionario; mientras su ex patrón sufría el escarnio público de verse en la cárcel, este tipo al igual que otros de su entonces gabinete, ni pío dijeron en defensa de aquel; estaban disfrutando del “sacrificio” —“¡ajja!”–que hicieron por la sociedad sonorense.
Hoy, nada ha cambiado en la citada dependencia; es más, las cosas han empeorado, con el arribo a la misma de una serie de advenedizos, encabezados por José Pablo Rubios Fierros; quien como otros tantos de su calaña – su único “mérito” en la campaña para gobernador de ADM, fue repartir botellas de agua a los asistentes a diversos actos– supieron desplazar a quienes si sudaron sus lomos y gastaron sus zapatos creyendo en el sueño y esperanzas de Morena.
Esperanzas, que fueron desvaneciéndose al contemplar la infinidad de tales sujetos llegando a puestos directivos y, encima soportar sus prepotencias, además de sus traumas misóginos.
No está solo en dicho afán de hostigamiento al personal—claro, en especial a mujeres—le acompaña bajo su sombra, si se quiere, alguien el doble de peligroso y, con amplia experiencia en arrebatar patrimonios a los sonorenses.
Luego de permanecer refugiado en un despacho jurídico en Guadalajara, Jalisco –en breve dónde y con quién estaba—fue traído de nuevo a la entidad el nefasto Victor Hugo Moreno Chacón, para hacer lo que tanto le gusta: saquear terrenos y llenarse los bolsillos de dinero.
En especial –por supuesto—de las familias poderosas del Estado, verbigracia Ricardo Mazón Lizárraga y, arrastrarse también ante la familia Coppel entre otros.
Viene a la memoria, cuando era director jurídico de Bienes y Concesiones –lo cual no le fue ajeno a Mario González—consumando el brutal despojo al patrimonio estatal, mediante la enajenación del vaso de la presa Abelardo L Rodríguez.
También, la descarada dación de terrenos aledaños al aeropuerto de Hermosillo –terrenos nacionales, así de fácil—para entregarlas a precios de burla a las familias ya mencionadas y, por supuesto al otro vividor de Vernon Pérez Rubio, quien sin freno por la teta, ocupó una diputación plurinominal en el Congreso del Estado.
Todo un caso este tipo –Vernon Pérez Rubio—pues de modesto vendedor de dogos, se convirtió en poderoso empresario de la construcción y, desde entonces vive en el paraíso.
No es todo, en el pasado ruin de Moreno Chacón: está involucrado en el asunto de la Guaredería ABC, pues como titular del jurídico de ByC, estaba obligado a emitir un dictamen sobre las condiciones del inmueble, cosa que jamás hizo.
Se llama lo anterior, para efectos legales, incumplimiento de un deber legal, omisión y complicidad en el homicidio de 49 niños, 49 inocentes, víctimas de un criminal como éste.
¿Sabrá el gobernador de esta “fichita”, quien junto a su jefe Rubios Fierros, preparan despojar –más aún—a familias vulnerables y, venderles tales terrenos a voraces inmobiliarios?.
¿Esta es la 4T…?.































