excelsior
El equipo de la estrella solitaria acumuló su tercer descalabro en los últimos cuatro juegos
En el estadio más caro de la NFL, la noche se volvió un espejo de lo que ocurre con la temporada de los Cowboys. Luces, fuegos artificiales y una caída más para el equipo más popular de la liga. Arizona, con cinco derrotas al hilo y sin su quarterback titular, derrotó 27-17 a Dallas y encendió las alarmas en un equipo que perdió tres de sus últimos cuatro partidos. La estrella solitaria comienza a apagarse.
Los Cardinals no necesitaron de Kyler Murray para mantener viva su extraña relación con el AT&T Stadium. El quarterback lesionado se quedó fuera, pero su invicto en Arlington se prolongó por obra de Jacoby Brissett y una defensa que empujó a los locales hacia la confusión. Dallas, que había prometido dinamita ofensiva en casa, estuvo apagado durante gran parte del juego.
En el último perio cuando intentaron una furiosa reacción, el tiempo jugó en contra. Un balón suelto de Javonte Williams con menos de cinco minutos en el reloj, fue el punto final de su historia.
El brillo perdido
Hace un mes, los Cowboys presumían una ofensiva que promediaba 40 puntos por partido en casa y un Dak Prescott con cifras de MVP. Cuatro duelos seguidos con al menos tres pases de anotación y sin intercepciones se transformaron en dos partidos en fila entregando el balón y sumando derrota. La ofensiva se volvió a ahogar entre errores de ejecución, balones perdidos y castigos.
Los Cardinals golpearon primero con un pase corto de Brissett a Marvin Harrison Jr. y ampliaron con una carrera del propio quarterback. La defensa de Dallas bloqueó una patada para empatar, pero su impulso se desvaneció al medio tiempo. Trey McBride, el ala cerrada que se ha vuelto el salvavidas de Arizona, atrapó su noveno partido consecutivo con al menos cinco recepciones y selló otra serie con touchdown.
Rachas que pesan
Desde 1970, los Cardinals suman ya 32 apariciones en lunes por la noche. En Dallas, su registro es perfecto. Presumen tres victorias en tres visitas. Ningún otro rival ha logrado semejante dominio en Arlington. Green Bay es el otro visitante invicto del palacio, con marca de 3-0-1.
Arizona encontró la calma después de perder cinco partidos por un total de 13 puntos. Tres de esas derrotas llegaron con goles de campo en el último segundo. La diferencia esta vez fue la ejecución en la zona roja. Brissett manejó la ofensiva con serenidad y conectó con precisión en momentos clave.
Brissett terminó con 261 yardas aéreas y un par de envíos a las diagonales.
El humo de la dinastía
Los Cowboys arrancaron la temporada con aspiraciones de Super Bowl. Son uno de los tres equipos en la historia de la NFL que habían anotado al menos 40 puntos en sus tres primeros juegos en casa. Esa narrativa se esfumó en un mes. Hoy su récord de 3-4-1 los coloca detrás de Filadelfia.
El futuro inmediato no es amable. Los Cowboys deberán enfrentarse en las próximas cuatro semanas a Raiders, Eagles y Chiefs.
La estrella solitaria sigue brillando en el casco, pero su luz en el campo se atenúa con rapidez. Lo que parecía un equipo destinado a pelear por la cima del standings, ahora busca respuestas antes de que la temporada se les escape entre las manos.
Dak Prescott temrnó con 250 yardas por aire, un touchdown y una intercepción.





































