Iván Duque, ex presidente de Colombia: “Gente cercana a Maduro está esperando el momento adecuado para sacarlo del poder”

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En diálogo con Infobae, el ex jefe de Estado abordó los retos de la región ante el crimen organizado y el cambio climático. Respaldó la lucha de EEUU contra el narco y afirmó que el régimen chavista “es una amenaza muy grande para los procesos democráticos en el continente”

Durante su gestión al frente del gobierno colombiano entre 2018 y 2022, el ex presidente Iván Duque fue uno de los más fervientes denunciantes de las dictaduras latinoamericanas y uno de los principales impulsores de la lucha contra el cambio climático. Ya fuera del Ejecutivo, su voz se mantiene presente en los debates clave de América Latina.

Antes de su llegada a la ciudad brasileña de Belém do Pará para participar de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), el ex mandatario viajó a la Argentina para formar parte de un foro organizado por poder judicial de Brasil sobre democracia, geopolítica y el rol de la justicia para la protección de la democracia.

En medio de su intensa agenda, Duque recibió a Infobae para una extensa entrevista en la que, además de comentar sus expectativas de cara a la COP30, abordó la coyuntura política actual de una América Latina sacudida por el crimen organizado y el narcotráfico. Al respecto, destacó la lucha de Estados Unidos contra los cárteles y afirmó que es esencial la caída de la dictadura de Maduro para lograr una estabilidad regional.

“Si queremos resolver la situación del narcotráfico, hay que desmantelar la narcodictadura de Venezuela, que es la que le ha dado recursos y santuario a muchos de los cárteles y terroristas que desde Colombia se han unido con los cárteles mexicanos (…) Venezuela es una amenaza muy grande para los procesos democráticos en el continente”, advirtió el ex presidente colombiano, quien al analizar la situación de Maduro, sostuvo que “mucha gente cercana a él está esperando el momento adecuado para sacarlo del poder”.

En esa línea, afirmó que el actual presidente colombiano, Gustavo Petro, “es el aliado número uno de Maduro en nuestro hemisferio” y consideró que “sería un desastre” para el país que en las elecciones del próximo año resulte ganador el candidato del oficialismo.

Por último, se mostró optimista respecto a la situación de la democracia en la región tras los recientes cambios en países como Argentina, Ecuador y Bolivia: “América Latina cada vez tiene más conciencia antidictatorial”.

-Presidente muchas gracias por recibir a Infobae. Durante su gobierno usted hizo mucho énfasis en el cambio climático. Incluso en sus redes se presenta como ambientalista, fue designado en 2022 director de Iniciativa Concordia para la Amazonía… ¿Qué espera para esta cumbre climática que va a haber en Brasil?

-Lo que se conoce como el TFFF va a ser muy importante, que es toda esta alianza o este fondo para la protección de los bosques tropicales con una especial concentración en la Amazonía. Espero que sea de los grandes resultados de esta COP. No solamente teniendo un gran respaldo político, sino también un gran respaldo de instrumentos financieros, donde pueden estar los canjes de deuda, los créditos de biodiversidad, las taxonomías verdes, donde podamos ver también bonos asociados con metas de conservación y de protección. También, por otro lado, ver corporativamente con los líderes del sector privado mucho más compromiso con alcanzar los objetivos de descarbonización. Porque al final del día, yo creo que más que solamente hablar de sostenibilidad, esto es un tema también de eficiencia. Cómo el sector privado puede producir más y mejor, reduciendo sus emisiones y cumpliendo sus metas de descarbonización. Esa es de las cosas donde espero ver importantes avances y resultados.

-¿Tendrá encuentros también con líderes regionales?

-Voy a participar en el foro y en la mesa redonda de la Alianza Global por la Biodiversidad, que ha liderado el presidente Irfaan Ali de Guyana. Va a estar el presidente Lula, van a estar otros jefes de Estado, va a estar el secretario Guterres, y he sido invitado para ser uno de los expositores en ese panel.

-A partir de su experiencia en el tema, ¿cómo ve a América Latina? ¿Está preparada la región para hacer frente a este desafío global?

-Yo me he declarado ambientalista porque toda la vida he trabajado en ese tema. Tengo el orgullo de, como presidente, haber dejado la revolución de las energías renovables en Colombia, de prácticamente cincuenta megavatios instalados a llevar al país a más de dos mil trescientos, dos mil cuatrocientos megavatios. Segundo, tener también la satisfacción de haber logrado pasar del 13% a más del 30% en el año 2022 antes de la meta global en la ampliación de las áreas protegidas en Colombia, tanto marinas como territoriales. El haber sacado una ley de acción climática aprobada unánimemente; el haber sacado toda una agenda del sector privado para la descarbonización. Son logros que a mí me dan la satisfacción y el derecho de predicar las cosas que hicimos. Saqué hace pocos años un libro que se llama “Nuestro futuro”, un manifiesto verde para América Latina y el Caribe, donde hay una agenda muy concreta en esta materia. Entonces, a la pregunta de cómo veo la región, yo creo que hay líderes como el presidente Ali que están comprometidos con esta causa. Hemos visto lo que ha pasado recientemente también en Ecuador con la expansión de áreas protegidas, lo que ha pasado en Belice. Hemos visto también el compromiso que Bolivia ahora también tiene con áreas protegidas. Estamos viendo cómo Chile sigue jugando en el plano de las energías renovables no convencionales, cómo inclusive los gobernadores en Brasil están integrando estas agendas. Y yo creo que hoy no es contradictorio que tengamos crecimiento económico, desarrollo, con una gran responsabilidad en materia ambiental. Creo que para América Latina asumir este compromiso de la sostenibilidad aplicada a toda su escala de producción es fundamental para la seguridad energética, para la seguridad alimentaria y para el desarrollo de nuevos empleos y oportunidades laborales en nuestra región.

-¿La inteligencia artificial puede ser beneficiosa para la lucha contra el cambio climático?

-Es retador. El informe de la Agencia Internacional de Energía del año 2024 muestra cómo la demanda mundial de energía creció y quizás creció más rápido que en las últimas dos décadas. Eso es un campanazo. ¿Cuál fue el principal detonante de ese crecimiento? La demanda por electricidad. Obviamente, hay una demanda creciente en China que representa cerca del cincuenta por ciento el aumento de esa demanda. Una muy buena parte también de esas demandas viene por los data centers que soportan la revolución de la inteligencia artificial. Solamente ChatGPT como compañía, u OpenAI, está demandando más energía o consumiendo más energía que la que consumen ciento diecisiete países individualmente, y creciendo. Entonces se va a necesitar más energía disponible y ojalá esa energía sea cada vez más por fuentes que tengan menor cantidad de emisiones. Entonces es un reto, pero también creo que puede ser un reto para que tengamos una revolución en materia de baterías de alta capacidad para almacenamiento proveniente de fuentes fotovoltaicas o fuentes eólicas. Entonces es un reto, pero creo que puede ser una gran oportunidad si se hace de manera correcta.

-Antes de entrar en la coyuntura política regional y de Colombia, otro de los temas en los cuales usted ahondó bastante en los últimos años es en el liderazgo juvenil. De hecho, creó junto con su esposa la Fundación de Innovación para el Desarrollo. ¿En qué consiste este proyecto y qué lo llevó a insertarse en este tema?

-La Fundación I+D es un centro de pensamiento y acción. En materia de centro de pensamiento estamos trabajando en sostenibilidad y crecimiento verde, emprendimiento e innovación creativa, movilidad social y valor público. Esos son los temas en los cuales investigamos, publicamos, generamos debate de ideas libres y, en la parte de centro de acción, tenemos un programa para formar jóvenes innovadores sociales de la Colombia profunda, donde ya tenemos más de mil seiscientos jóvenes en la red; hemos formado a más de trescientos. Tenemos también más de cincuenta jóvenes que han estado en programas de aceleración internacional, donde han estado en Estados Unidos, en Europa, en Israel, en Tailandia, próximamente estaremos en Corea y en Australia. Estamos también dándole a esos jóvenes la exposición y la oportunidad de aprender de estas otras experiencias, pero utilizando la escala de la formación en valores estoicos, en principios, en tecnología, en gerencia, en competencias, salud mental, bilingüismo, para que todo les permita transformar sus comunidades. Nuestra meta es que este sea el centro de innovación social juvenil más grande de Colombia, pero también de América Latina.

-Desde que dejó la presidencia de Colombia se mantuvo muy involucrado en el compromiso democrático de los países; integra, además, el Grupo Libertad y Democracia. Incluso durante su gestión fue un ferviente crítico de las dictaduras latinoamericanas. ¿Cómo ve a la región en la actualidad, y cómo ve la calidad democrática de nuestro continente?

-Yo estoy contento con cosas que han pasado. Creo que la democracia en Argentina se ha fortalecido en estos últimos dos años; hemos visto cómo los jóvenes están participando más. Esta última elección, que tiene que ver con la conformación de nuevas mayorías en el Congreso, mostró la solidez de una coalición entre el presidente Milei, el ex presidente Macri, y creo que va a permitir hacer reformas estructurales muy importantes que, sobre todo los jóvenes y los emprendedores de la Argentina, han esperado casi que con desesperación, y es poder utilizar el potencial de este país para sintonizarse con las mejores tendencias globales. Veo lo que ha pasado en Ecuador y me parece positivo, así como lo que ha pasado recientemente en Bolivia. Ahora vienen procesos electorales en Chile, en Honduras, en Costa Rica, en Colombia y en Brasil en el próximo año. Entonces yo espero que eso también permita remozar, refrescar, pero también fortalecer la institucionalidad democrática. Creo que el Premio Nobel de María Corina Machado es un voto de confianza también a la resistencia democrática para restablecer la institucionalidad en Venezuela, y creo que América Latina cada vez tiene más conciencia antidictatorial. El hecho de ver a Maduro declarado terrorista por ser el cabeza del Cartel de los Soles, ver lo que ha pasado con el Tren de Aragua me parece positivo y también cómo se están empezando a conocer cada vez más detalles de todo ese entramado que durante años tenía el financiamiento del régimen de Venezuela a campañas políticas en toda la región o inclusive cooptar poder judicial para tratar de intimidar a quienes pensaran distinto. Esas cosas me generan motivación, pero también hay que entender que hay un reto y el reto es que nuestras democracias pueden retroceder si dejamos que haya alianzas entre los criminales y los políticos, si hay politización de la justicia, judicialización de la política. No debemos tomar nada por regalado, pero sí todos los días defender con ahínco y con determinación los valores democráticos.

-Ayer María Corina Machado participó del American Business Forum y allí dijo que la liberación de Venezuela va a traer la liberación de Cuba y Nicaragua. ¿Comparte esta visión?

-Ojalá. Yo comparto el anhelo y el objetivo. Creo que si hay algo que caracteriza a este hemisferio es el compromiso con la democracia. Somos la única región del mundo que tiene una carta democrática y esa carta democrática interamericana debe ser un faro y no sencillamente un buen texto que además tenga alcance como lo ha tenido supraconstitucional. Lo dije en una columna a comienzos de año, si queremos que América sea ‘great again’, pues necesitamos que las Américas sean ‘great again’ y eso significa que triunfe la democracia y que podamos ponerle fin a las dictaduras.

-Tras declarar a Maduro como líder de un grupo narcoterrorista, hace más de un mes Estados Unidos comenzó un amplio despliegue en el Caribe para hacer frente al narcotráfico. ¿Considera que el auge del narco y el crimen organizado en la región es el principal foco de preocupación en la actualidad?

-Hay dos formas en las que Estados Unidos se relaciona con América Latina. Una por sus problemas y otra por sus oportunidades. Estados Unidos ha tenido políticas muy importantes con la región. En su momento, NAFTA fue también una oportunidad para generar un vínculo comercial de gran alcance. Después, el interés del ALCA, que fue saboteado y después los tratados de libre comercio que sacó bilateralmente el presidente Bush con varios países como Chile, Colombia, Perú, otros de Centroamérica como República Dominicana. Ha habido inversiones, ha habido el deseo también de dar oportunidades de visado a ciertos sectores. Pero hoy la preocupación que tiene Estados Unidos con América Latina está cimentada en tres grandes retos: narcotráfico, migración y China. Si queremos resolver la situación del narcotráfico, hay que desmantelar la narcodictadura de Venezuela, que es la que le ha dado recursos y protección y santuario a muchos de los cárteles y a muchos de los terroristas que desde Colombia se han unido con los cárteles mexicanos. En migración, si queremos resolver la migración masiva que hay hacia la frontera sur de los Estados Unidos, hay que resolver Venezuela para que haya la posibilidad de que la gente se pueda repatriar donde están sus seres queridos y puedan construir un proyecto de vida. En el caso particular de China hay una situación, y es que hay países que han trascendido más allá de la relación comercial y han permitido cierto tipo de acciones por parte de China en presencia estratégica que a juicio de los Estados Unidos para ellos es una amenaza o es algo en lo cual no comparten. Yo creo que hoy América Latina tiene que ser un territorio de democracia, de inversión y de oportunidades. Tiene una sociedad comercial con Estados Unidos, pero también la tiene con China, porque son el número uno o el número dos de los socios comerciales. Entonces, necesitamos entendernos bien, necesitamos desarrollar buen comercio, pero donde ninguna de las dos relaciones comerciales permitan que perdamos nuestra identidad ni nuestra soberanía.

-Más allá del comercio, ¿usted comparte la preocupación sobre la influencia china, especialmente en sus vínculos con las dictaduras latinoamericanas?

-Hay dos realidades. Que China invierta en nuestros países a mí me parece bien; muchas veces las empresas chinas terminan ganando importantes contratos de infraestructura, entre otras cosas porque no se presentan compañías de los Estados Unidos. Entonces, Estados Unidos también tiene que buscar que sus compañías vengan a invertir en la región. En donde yo sí he tenido reparos y los tuve como presidente, es en lo que tiene que ver con las redes de 5G, donde muchas veces se utilizan protocolos que no necesariamente están soportados con la mayor seguridad y confiabilidad con respecto a los datos. Pero estamos en un mundo donde inclusive Estados Unidos tiene o como principal o como número dos de socio comercial, o número tres dependiendo del año, a China. Es una situación distinta a lo que fue la Guerra Fría y, por lo tanto, aquí hay que entender que China es un motor de la economía global, que tiene un inmenso peso en América Latina y América Latina necesita de los dos, pero con quien tiene mayor identidad en valores, en principios y entendiendo que la democracia es lo que queremos nosotros para regir nuestro destino, pues esa la tenemos con Estados Unidos.

-Volviendo a la lucha contra el narco, ¿qué opinión tiene sobre los ataques de Estados Unidos contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Caribe?

-Es controversial, pero a mí me gusta lo que están haciendo. Me parece positivo. La interdicción la venimos haciendo hace mucho tiempo. Colombia, por ejemplo, con otros diecisiete países del Caribe y de Centroamérica, ha adelantado la campaña naval Orión desde hace casi una década. Hicimos interdicción, capturas, destrucción también de embarcaciones o aeronaves que no se rigieron bajo los protocolos y entraban a invadir espacios aéreos y que iban cargados de coca. Estados Unidos nos había dado apoyo de inteligencia, apoyo logístico, pero nunca había intervenido directamente en esa interdicción. Entonces, que hoy Estados Unidos esté utilizando su mayor capacidad para hacer interdicción efectiva y además intimidar y disuadir los criminales, a mí me parece algo muy positivo que siempre va a suscitar controversia en sí, pero para adelantar una operación de bombardeo se hacen llamados de alerta. Ninguna aeronave ni ninguna embarcación tiene derecho a invadir el territorio de otro país. Yo quisiera saber qué pasa donde entre un avión violando el espacio aéreo de los Estados Unidos y le hagan dos llamadas y no aterrice. ¡Lo vuelan! ¿O qué pasa si entran lanchas rápidas a las aguas territoriales de Estados Unidos y los guardacostas les hacen llamados y siguen? También los destruyen. Entonces yo creo que los mecanismos de disuasión en este momento están mostrando especial efectividad y desde luego van a intimidar también a los cárteles.

-Entre esos cárteles está el de los Soles, en Venezuela.

-Yo lo dije durante muchos años siendo presidente y mucho antes de que se tomara esta medida, yo venía sugiriendo en espacios públicos que se hiciera esa declaración.

-¿La de organización narcoterrorista?

-Claro, porque es lo que son. El Cártel de los Soles es un grupo narcoterrorista. Ya lo declaraba Estados Unidos así y otros países de la región. Eso es muy positivo para llamar a las cosas por su nombre. Lo mismo pasa con el Tren de Aragua, que venía haciendo operaciones, como lo que pasó en Chile con el caso de Ojeda; fue también la evidencia de cómo esto es crimen transnacional y cómo están haciendo asesinatos selectivos para responder a las órdenes del Cártel de los Soles. Yo creo que esa declaración más la recompensa es algo que por lo menos está mostrando un cambio en los instrumentos de presión y que ojalá termine resquebrajando por completo esa dictadura para que retorne la democracia en Venezuela.

-Hasta el momento Maduro se resiste a abandonar el poder o a acceder a una negociación. Por lo menos en lo público… ¿Cree que la presión está dando resultados para reforzar la caída de la dictadura? ¿Y coincide con quienes aseguran que Maduro es la principal amenaza para la estabilidad regional?

-Hay mucha gente cercana a él que ya tomó la decisión de ubicarse en el lado correcto de la historia, pero están esperando el momento adecuado para sacarlo del poder. Y es una de las grandes amenazas, sin duda. Maduro promueve el narcotráfico, es el factor que genera grandes olas de migración. Pero además, es el que ha permitido también que otros países utilicen su territorio para hacer operaciones de espionaje y otras cosas. Allá en Venezuela se permitió la entrada de gente de Hezbolá. También gente de los sectores más radicales de Irán han permitido grandes violaciones en términos de ciberseguridad. Entonces sí, yo creo que si queremos tener una región con estabilidad, solvencia democrática, todo empieza porque Maduro se vaya del ejercicio del poder.

-María Corina Machado también dijo que en Colombia no va a haber paz si no hay paz en Venezuela.

-En Colombia no va a haber paz mientras haya un régimen narcodictador en Venezuela. Si Colombia hubiera tenido un gobierno afín o gobiernos afines en la lucha contra el terrorismo, hubiéramos acabado con las FARC y el ELN hace muchísimo rato. Pero el que le ha dado combustible, protección, santuario, apoyo, ha sido el régimen narcodictatorial de Chávez y Maduro.

-Respecto a la coyuntura colombiana, vienen siendo meses bastante movidos en términos políticos y de violencia. Días atrás Estados Unidos impuso sanciones al presidente Petro por presuntos vínculos con el narco. ¿Qué reflexión tiene al respecto?

-Si Estados Unidos tomó una decisión tan drástica, me imagino que debe tener los soportes para hacerlo. Las personas no se vinculan a las listas de OFAC por sencilla sospecha. Se supone que debe haber información precisa. Pero más allá de OFAC, me preocupó mucho la descertificación de Colombia por todo lo que ha sido una política fallida de la administración Petro en la lucha contra el narcotráfico, desmontar los grupos malvados de erradicación, nombrar a un cabecilla de grupos narcoterroristas gestores de paz. Se trató de prácticamente endiosar a la hoja de coca. Y, por otro lado, hemos visto que las incautaciones como porcentaje de la producción potencial están en niveles bajos históricamente. Todo esto lleva a que, por primera vez en casi tres décadas, Colombia sea desertificada. Y si a eso se le suma las decisiones de OFAC y la provocación constante de Petro a los Estados Unidos rompiendo una relación bipartidista y bicameral de doscientos años, pues lo que nosotros los colombianos hemos pedido es que no se nos vea a nosotros como un cuerpo unificado, porque si bien Petro es el presidente, Petro no representa la hermandad histórica entre Colombia y los Estados Unidos. Se ha pedido que no haya castigos colectivos y que más bien las sanciones sean individualizadas.

-De hecho el secretario de Estado, Marco Rubio, hizo esa aclaración: que esto es contra Petro y no contra Colombia país.

-Correcto. Y fue muy valioso que lo hubiera hecho.

-¿Cómo analiza la actual relación Petro-Maduro? Primero el presidente colombiano no lo reconoce como presidente legítimo tras las elecciones del 28 de julio, pero tampoco reconoce a Edmundo González y en sus intervenciones destaca la supuesta lucha del régimen venezolano contra el narco.

-Claro que lo reconoce. Si lo has visitado diez veces es porque lo reconoces.Y si propusiste una zona binacional es porque lo reconoces. Y si propusiste que el Ejército de Colombia proteja a Maduro, pues claro que lo reconoces. No solamente lo reconoces, sino que él se ha convertido en una especie de sastrería de ese régimen desde hace mucho rato. Fue el primer político en llevar a pasear a Hugo Chávez idolatrandolo en Colombia en los años noventas. Y el primero que salió a tratar de apoyar a Maduro para que se siguiera atornillando en el poder también fue Petro el año pasado, donde con los resultados electorales empezaron a dar largas. Entonces no, claramente Petro es el aliado número uno de Maduro en este hemisferio.

-El año que viene en Colombia hay elecciones. El oficialismo ya tiene a su candidato, Iván Cepeda. ¿Qué le podría esperar a Colombia si vuelve a haber un gobierno bajo esta bandera?

-Sería un desastre. Aquí ya acabaron la salud, la política fiscal, el sector energético, las relaciones internacionales con nuestros principales socios y aliados. Tenemos una administración pública absolutamente incapaz, ideologizada, que ha confrontado a los medios, que ha confrontado a la justicia, que ha confrontado al Congreso. Si hubiera otro gobierno de este corte, sencillamente para el país va a ser un desastre, pero yo creo que hay optimismo y se está configurando también una gran alianza donde independientes, candidatos de los partidos y demás puedan tener una claridad de propósito y que esa unidad permita la derrota del petrismo en la elección del año entrante.

-Hablando de la campaña, hemos visto en los últimos meses varios hechos de violencia, de inseguridad. El más notorio, por supuesto, fue el asesinato de Miguel Uribe. ¿Le preocupa la escalada de violencia que se viene registrando en el país?

-Veo con preocupación que las campañas tienen altos niveles de intimidación. El hecho que las campañas están tratando de hacer sus eventos en lugares más cerrados, el hecho de tener dudas con respecto a la protección, el hecho de ver a muchos de los líderes de grupos criminales elevados a la categoría de gestores de paz o que se les han levantado además órdenes de captura. Todo esto incide. Y si a eso también se le agrega el fortalecimiento que han tenido en el territorio muchos grupos armados ilegales, pues todo esto también prende muchísimas luces de alerta. Yo espero que de cara a la elección presidencial y a la elección de Congreso, no veamos intimidación que afecte con la libertad de elegir que deben tener los colombianos. Pero no hay duda que aquí vamos a necesitar mucha observación internacional previa, durante y después, para que puedan evidenciar cualquier intento de manipulación o cualquier intento de relación de connivencia entre el actual gobierno con muchos de estos actores.

-Para que se de eso, ¿es importante que para ese entonces haya libertad en Venezuela?

-¿Quién mató a Miguel Uribe? La segunda Marquetalia, Iván Márquez. ¿Dónde está Iván Márquez? En Venezuela. ¿Protegido por quién? Por Nicolás Maduro. ¿Dónde está la segunda Marquetalia? En Venezuela. Entonces, si la segunda Marquetalia planificó, financió y ejecutó un asesinato de esa naturaleza, pues lo hizo desde territorio venezolano. No nos llamemos a engaño. Claro que Venezuela es una amenaza muy grande para los procesos democráticos en el continente.

-Anteriormente mencionó la intención de Petro de que el Ejército colombiano proteja a Maduro. Además el Ejército también debe convivir con esta connivencia entre los grupos guerrilleros y el régimen chavista. ¿Cómo está la Fuerza colombiana hoy ante este contexto?

-El ejército de Colombia es un ejército digno, patriótico, histórico. Lo mismo la policía, la Fuerza Aérea y la Armada Nacional. Ellos saben llevar el respeto constitucional al presidente siempre y cuando las instrucciones y el ejercicio del cargo de comandante en jefe sean dentro de la legalidad. Ellos no están obligados a la sumisión, ni mucho menos al servilismo. Y eso permite que las fuerzas militares puedan recibir todas las instrucciones dentro de la ley para cumplir la ley. Pero cualquier instrucción que vaya en contravía de la Constitución y la ley, ellos tienen toda la capacidad de objeción para decir que no lo harían, si es que se les está pidiendo transgredir esos principios y fundamentos constitucionales.

-Otro hecho relevante que pasó en su país en el último tiempo fue la absolución del ex presidente Álvaro Uribe.

-Álvaro Uribe ha sido amigo, ha sido mi mentor, es una persona por la cual tengo especial respeto y aprecio. Ha sido una persona que ha hecho mucho por nuestro país y que tuvo que enfrentar un proceso lleno de irregularidades y de injusticias. Estuvo durante años cumpliendo todas las citas, se sometió a una primera instancia que lo condenó, a pesar de que la fiscalía había solicitado la preclusión de ese proceso en dos ocasiones por falta de pruebas y a pesar de que la Procuraduría había pedido la absolución por la misma razón. Pero perseveró en su defensa y el tribunal, que fue la segunda instancia de debate y de discusión, lo exoneró de todos los cargos, con los mismos argumentos que esbozó la Fiscalía en su momento y que esbozó la Procuraduría. Yo creo que eso ha sido un triunfo de la legalidad y ha sido un triunfo de la honestidad versus la infamia. Creo que esta absolución no solamente nos deja contentos a los colombianos, sino que también nos permite tener confianza y credibilidad en que la justicia opera basada en derecho.

-Lo saco de Colombia. Usted mencionó anteriormente el caso de Bolivia, donde días atrás ganó la elección Rodrigo Paz tras más de dos décadas del MAS en el poder. Bolivia también estuvo en el eje de la polémica por brindar refugio a criminales y narcotraficantes, como el líder del PCC y el propio Marset, entre otros. ¿Es importante la llegada de Paz para lo que venimos hablando de la lucha contra el narcotráfico?

-Sin duda. Dos cosas importantes. Primero, la derrota del MAS. Segundo, que hay una madurez institucional con el triunfo de Rodrigo Paz, pero sobre todo por la forma tan gallarda, tan leal y tan patriótica como Tuto Quiroga ha conformado una mayoría con el Gobierno para poder hacer las reformas que Bolivia necesita. Yo creo que eso es algo fundamental y a mí me deja profundamente contento, pero van a tener que enfrentar decisiones impopulares por la gravedad de la situación fiscal. Entonces, hay que rodear y apoyar al Gobierno de Rodrigo Paz para que Bolivia salga adelante.

-Para cerrar y agradecerle su tiempo. ¿Cómo ve al gobierno de Milei en este año y medio de gestión? ¿Y qué balance hace del acercamiento con Trump?

-Me ha gustado muchísimo la coherencia y la congruencia que ha tenido el Gobierno con toda su agenda de reformas económicas. Yo creo que el programa de ajuste ha funcionado, los programas de reducción de la inflación han funcionado. Creo que esta última elección, en donde se vio una mayoría diáfana, se ha logrado porque hay no solamente un gobierno que entiende que aquí hay que construir, sino también porque ha habido un apoyo patriótico de Mauricio Macri, y yo creo que esas nuevas mayorías van a permitir que venga una nueva ola de reformas estructurales que requiere la Argentina para atraer más inversión, para estabilizar, para expandir la clase media y también para integrarse más con el mundo. Entonces, estoy contento, creo que el ministro Caputo ha hecho cosas que me merecen total admiración. Esas primeras leyes estructurales de reforma que sacó adelante el ministro Sturzenegger hoy quieren ser replicadas por muchos países. Entonces, veo con muy buenos ojos lo que está haciendo el Gobierno en materia fiscal y económica.

Yo tuve el honor de trabajar con el presidente Trump y con el presidente Biden, y de haber visto a Colombia ser declarada en el más alto nivel de cercanía diplomática al ser designado aliado estratégico de los Estados Unidos, no miembro permanente de la OTAN. Que Estados Unidos haya jugado de la forma en la que se jugó para proteger la estabilidad económica, la estabilidad monetaria de la Argentina, es algo sin precedentes en las proporciones que vimos, donde se hicieron una intervención estratégica y creo que a Estados Unidos le terminó saliendo bien desde el punto de vista económico, pero sobre todo desde el punto de vista de mensaje político, ver al secretario Bessentt y ver al presidente Trump dándole un espaldarazo tan grande al presidente Milei, a mí me parece que es de las cosas más relevantes que yo haya visto de compromiso y apoyo de los Estados Unidos a un país latinoamericano.